22
Los aborrezco por completo, los tengo por enemigos. |
23
Examíname, Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos. |
24
Ve si hay en mí camino de perversidad y guíame en el camino eterno. |
56
porque el Hijo del hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea. |
57
Yendo por el camino, uno le dijo: —Señor, te seguiré adondequiera que vayas. |
58
Jesús le dijo: —Las zorras tienen guaridas y las aves de los cielos nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde recostar la cabeza. |